domingo, 22 de marzo de 2009

EUROPA EN EL CORTE INGLÉS


Me llegan noticias de que el Gobierno Vasco y la Universidad del País Vasco (UPV) quieren eliminar varias carreras que hasta ahora se venían impartiendo en la Facultad de Letras de la UPV sita en Vitoria-Gasteiz. Las carreras candidatas a desaparecer son las filologías Clásica, Hispánica, Francesa y Alemana, quedando tan solo las filologías Vasca e Inglesa. La razón que se esgrime para ello es que se trata de estudios en los que el número de alumnos matriculados es escaso. Ante esa escasez de demanda, la universidad no oferta.
Todas las carreras citadas, en la vieja división general del conocimiento entre ciencias y letras, están ubicadas en el segundo grupo. Un grupo muy variopinto en el que hay una serie de disciplinas relacionadas con la cultura que es un ámbito que rara y difícilmente produce beneficios económicos. Pienso que la cultura a pie de calle sigue teniendo interés, pero ese interés no se ve reflejado de la misma manera desde las instituciones desde las que se priorizan inversiones en sectores que o bien dan más dinero (industria, tecnología, infraestructuras…) o resuelven necesidades más básicas del ser humano (sanidad, seguridad, servicios sociales…). Si en tiempos de bonanza económica, el espacio para la cultura es el descrito, en tiempos de crisis económica, lo que ya estaba en crisis pasa a ser crítico por definición.
Esta vieja división, aunque con algunas modificaciones, de alguna manera sigue estando presente en los estudios de Bachillerato que son los que te dan acceso directo a los estudios universitarios. De tal manera que un alumno del País Vasco que después de la enseñanza obligatoria (en la que también hay disciplinas de letras) tenga interés en las letras tiene la opción de estudiar latín, griego, lengua, literatura, historia, arte y demás asignaturas relacionadas con la cultura, pero cuando le llegue el momento de acceder a estudios universitarios el abanico se le va a reducir. Si las carreras de letras que ofrece la UPV son las que le interesan, bien, pero si son de las que van a desaparecer, va a tener o bien que cambiar de idea, o bien plantearse ir a hacer sus estudios fuera del País Vasco (es esto un nuevo programa de movilidad estudiantil y no me he dado cuenta?). Vamos a tener a ciudadanos interesados por una rama de la cultura que sus propias instituciones educativas han considerado que tenía la obligación de conocer, pero finalmente le van a dejar a medias.
Irse del hogar familiar con 18 años, no es ningún drama, hasta que la UPV fuera fundada como tal en 1980, el panorama universitario vasco era mínimo y la norma era tener que irse fuera a estudiar, era una solución que se asumía, dada la realidad universitaria del momento. De la misma manera que se han ido asumiendo más o menos bien, la muchas carencias que ha ido presentando la UPV por el mero hecho de ser nueva (como dice el tango” 20 años no son nada” y 29 tampoco). Pero pretender que seamos comprensivos con lo que no es más que una marcha atrás, es más bien una tomadura de pelo.
La UPV y demás instituciones del País Vasco tienen la obligación de mantener esas filologías, independientemente del número de alumnos que se matriculen en las mismas porque es una universidad pública que tiene, entre otras cosas, que velar por la cultura, si no lo hace ella, quién lo va a hacer? La obra social de El Corte Inglés y sus semanas gastronómicas unas veces dedicadas a productos alemanes, otras a mercadería francesa, etc?

miércoles, 18 de marzo de 2009

LA CUCHARA DE URI GELLER


Al alcance de su mano izquierda tenía una taza con una cuchara dentro, aún contenía los restos del último café que se había tomado que, como todos los demás durante aquellos días, también había sido preparado por su amiga.
Al alcance de su mano derecha tenía otra taza con café recién hecho, pero a su amiga se le había olvidado ponerle una cuchara.
Necesitaba una cuchara limpia, pero solo tenía a su alcance una sucia...Durante unos segundos se vio a sí mismo entre taza y taza…Asegurándose de que su amiga no le veía, con la mano izquierda agarró la cuchara sucia y la metió en la taza que contenía el café aún humeante.

Ella se percató de que le miraba…y acto seguido observó cómo cogía rápidamente la cuchara que estaba en la taza de su izquierda y la introducía en la otra taza.

Días después, ella al recordar aquella escena, se dio cuenta de que ni tan si quiera se le había pasado por la cabeza el decirle “pero, bueno, no hace falta que uses esa cucharilla, que no me cuesta nada sacarte una limpia…es que no me había dado cuenta”.
No diré que este recuerdo le quitara el sueño, ni mucho menos, pero al acostarse aquel día, varios pensamientos le impedían cerrar los ojos del todo, eran ideas relativas a la confianza entre las personas. Si no hay manera de saber cual es la fórmula para conseguirla, lo que sí que está claro es que se trata de algo muy frágil, tan frágil como parecían serlo las cucharas que Uri Geller nos hacía creer que doblaba con la mente. Alguien vio a Uri Geller hacer el milagro contrario? Alguien le vio volver a su ser a aquellas cucharas?

lunes, 2 de marzo de 2009

TORPE DEMOCRACIA...



Estábamos todos convocados para las 08:00 horas de la mañana de ayer, domingo electoral, teníamos que estar 9 personas. Conforme íbamos llegando, más o menos puntuales, a la mesa que nos habían asignado, todos nos lanzábamos la misma pregunta los unos a los otros:
-Tú, qué eres?
-Yo, primer suplente del primer vocal, y tú?
-Yo, 2º suplente de de 2º vocal.
-(…)
El mismo interrogatorio se repitió varias veces y los segundos suplentes no descansaron hasta saber que ya habían llegado sus respectivos primeros suplentes y los primeros suplentes, a su vez, no se relajaron hasta saber que tenían delante a sus correspondientes titulares.
Los vocales titulares simplemente llegaron resignados, aunque no más que el presidente titular...
Y cuando ya estábamos todos los que teníamos que estar y ya sabíamos qué era cada uno, formamos un pequeño corrillo en el que se desarrollaron varias conversaciones, mientras se esperaba a que alguien nos dijera qué teníamos que hacer. Fueron unos 15 minutos en los que se habló de lo engorroso que era haber sido elegido para aquello:
Uno sugirió que eso lo tenían que hacer los parados y no los que al día siguiente tenían que trabajar...
Y nadie venía…
Otro propuso que era algo que tenían que hacer los jóvenes…
Y nadie venía…
A uno de los suplentes le asaltó la duda de si, aunque no tuvieran que quedarse, tenían que estar localizables a lo largo del día…
Y nadie venía..
Y los suplentes no sabían si podían irse ya, una vez que ya sabían que estaban todos los titulares, o tenían que esperar a firmar algún documento oficial que constatase que, efectivamente, habían cumplido con su única obligación que era la de estar allí a las 8 de la mañana de ese domingo electoral…
Y nadie venía…

Y como nadie venía, la espera pasiva pasó a convertirse en espera activa…A alguien se le ocurrió mirar hacia la mesa…Y, sí, había una carpeta…Miramos todos a nuestro alrededor…Y, sí, en las otras mesas estaban abriendo aquellas carpetas iguales a la nuestra…En aquella carpeta había un montón de papeles…Y, sí, varios eran relativos al acta de constitución de la mesa…También había un sobre cerrado…Y, sí, después de mirarlo como si fuera información confidencial, hasta nos atrevimos a abrirlo…
La mesa ya empezaba a estar en marcha, los tres que tenían que estar ya iban sabiendo qué les tocaba hacer a cada uno, pero los suplentes aún no sabían cuándo podían irse…Y, por fin, llegó un apoderado y nos dijo que sí, que si ya estaban todos los titulares, los suplentes podían irse sin firmar nada de nada…
Acto seguido, los 6 suplentes nos fuimos dejando a los tres titulares iniciando una jornada electoral muy larga y agradeciendo que estuvieran allí porque de lo contrario, nos hubiese tocado a alguno de nosotros estar allí…