jueves, 12 de agosto de 2010

SUELO VIAJAR ANTES DE VIAJAR

Suelo viajar antes de viajar. Suelo soñar lugares que visitar, suelo desear destinos que conocer. En ese acto voluntario de soñar y de desear, soy yo la que elige en cada momento visitar un destino concreto o es un lugar determinado el que me elige a mí en ese instante? O, tal vez, es el quiz de la cuestión bastante menos ideal y es el vil dinero el que escoge por mi? Sinceramente, quiero pensar que hay un poco de todo eso...En cualquier caso, sea por razones materiales o por razones ideales, el caso es que una finalmente acaba escogiendo una dirección que, una vez en mente, se acaba por convertir en el único lugar que una puede visitar en este preciso instante, es como si, de repente, fuera un ahora o nunca...
Suelo viajar antes de viajar. Con el destino grabado en la frente una vive su día a día hasta la fecha de partida. Un día a día que se hace más ameno, pues está motivado por la idea del fin temporal de una rutina laboral que dará comienzo a una rutina vacacional bastante más entretenida; una rutina vacacional que, además, hay que ir preparando, con lo cual uno va alimentando sus propios deseos de viajar hasta convertirlos en ansias.
Suelo viajar antes de viajar. Con el nombre del lugar de viaje grabado ya en la frente y hasta en algún billete, una procura hacerse con buen material informativo sobre el destino a visitar y se entretiene informándose, haciéndose a la idea de lo que va a tener bajo sus pies, ideándose una a si misma en un entorno bien diferente del habitual, ni mejor, ni peor necesariamente, más bien un entorno que a una le resulta nuevo.
Suelo viajar antes de viajar. Tras esa etapa de preparación que alimenta las emociones de la viajera, finalmente llega el día de agarrar el petate y ponerse en marcha sin mirar atrás. Finalmente llega el día en que el destino antes estampado en la frente queda literalmente bajo tus pies y te rodea por completo.
Y dejo de viajar antes de viajar...