sábado, 14 de agosto de 2010

NO SOÑÉ ROMA

Estoy acostumbrada a viajar en septiembre o en octubre, pero este año las vacaciones innegociables han sido en agosto, no es un gran mes para viajar, pero es lo que hay y hay que aprovecharlo igualmente, así que escogí viajar este mes a Roma y ya no había mejor época del año en mi mente para visitar la ciudad eterna, a pesar de sus amenazantes 40 grados centígrados de temperatura...

Pero no soñé Roma...Por razones que se me escapan, en este viaje no soñé la ciudad romana, no la deseé, más bien me limité a hacer los preparativos justos: hacer reservas para no dormir en la calle, comprar los billetes de avión para no ir en peregrinación a Roma (aunque todo se andará...y nunca mejor dicho...) y la habitual guía-Biblia del viajero que a duras penas me digné a abrir antes de partir...

No soñé Roma ni de lejos, aunque lejos de ella estaba...Por motivos que no logro vislumbrar, con esta ciudad las cosas no fueron así, lo cual no significa que no tuviera ganas de hacer este viaje, digamos que, simplemente, me relajé y me confié dejándolo todo para organizar, resolver y decidir allí mismo in situ... Y así fue...

Y fue maravillosamente bien, pero ahora que he vuelto de allí, no hago más que soñar con Roma, camino por las calles de la city con los oídos atentos por si capto el soniquete italiano de algún turista, busco Italia en mi supermercado, miro al suelo buscando bajo mis suelas los incomodísimos sampietrini, pero no encuento más que los novísimos adoquines de la city, busco en los carteles de las calles y no veo vías.... Descononozco cúal es el término castizo que usan los italianos para referirse a la añoranza de un lugar, pero se que para este caso esta muy bien usada la portuguesa saudade...

Tengo nostalgia portuguesa de Roma, sueño Roma, sueño ser una anónima persona que camina por Roma, sueño que volveré a Roma porque sí y porque tiré la famosa moneda a la Fontana de Trevi...

Volveré a Roma, lo sé...